sábado, 24 de abril de 2010

Segunda clave de la Riqueza

Continuamos:

Usted debe aprender a superar el rechazo.

¿Habrá algo en el lenguaje humano que duela más que la simple palabra "no"? Para el que conozca el mundo de la venta, ¿Cuál es la diferencia entre ganar 100,000 dólares y ganar 25,000? La principal, aprender a encajar un rechazo, de modo que el temor al mismo no sea obstáculo para la acción. Los mejores vendedores son los que escuchan más negativas. Son los que saben tomar un "no" y servirse de él como palanca para pasar al "sí".


El desafío más grande para todo aquel que se haya formado en nuestra cultura es la dificultad de superar un "no". Piénselo ahora. Si tuviera la seguridad de no fracasar, ¿influiría ello en su comportamiento? ¿No le permitiría hacer exactamente lo que desea? Así pues, ¿qué se lo impide? Es esa palabra de dos letras, el "no". Para triunfar, usted debe aprender a encajar el rechazo sabiendo cómo despojarlo de todo su poder.



¿Ha oído hablar de un tipo llamado Rambo, o Sylvester Stallone? ¿Cree que se limitó a presentarse en el despacho de un agente o en un estudio para que le dijeran: "Sí, nos gustan tus músculos y vamos a hacerte protagonista de una película"? No fue exactamente así. Sylvester Stallone ha triunfado porque fue capaz de resistir un rechazo tras otro. Cuando empezaba recibió más de un millar de negativas. Visitó a todos los agentes artísticos de Nueva York, y todos le dijeron que no. Pero él siguió empujando, siguió insistiendo, y por fin hizo una película titulada Rocky. Supo escuchar la palabra "no" mil veces y, pese a ello, llamar a la puerta número 1,001.



¿Cuántos "noes" aguantaría usted? ¿Cuántas veces habrá deseado acercarse a alguna persona interesante y dirigirle la palabra, dejando de hacerlo para no tener que escuchar un posible "no"? ¿Cuántas veces habrá decidido no presentarse a una oferta de empleo, o no visitar a un cliente, o no pasar una prueba, porque tuvo miedo a una negativa? Dese cuenta ahora de lo absurdo que es eso. Dese cuenta de que se pone cortapisas a sí mismo por temor a una palabra de dos letras. Y eso que la palabra en sí no tiene ningún poder: ni corta, ni le priva de ninguna de sus fuerzas. Todo su poder procede de la manera en que se la representa usted a sí mismo, de los límites que usted se impone ante ella. ¿ Y cuál es la consecuencia de unos pensamientos limitados? Pues una vida limitada.


El que sabe controlar su cerebro puede controlar su reacción ante un rechazo. Incluso puede instalar un anclaje de modo que el "no" le sirva de estímulo. Eso es tomar el rechazo y convertirlo en una oportunidad. Usted, vendedor, puede anclarse de manera que el timbre de la puerta del cliente dispare la fiebre de la acción, y no el temor al fracaso. No olvide que el éxito está oculto al otro lado.

Además, sin rechazo no hay triunfo auténtico. Cuántas más negativas reciba usted, más habrá aprendido y más cerca se encontrará de su desenlace. La próxima vez que alguien le rechace, dele un abrazo; a lo mejor, con eso cambia su fisiología. Convierta los "noes" en abrazos. Si llega a superar el rechazo conseguirá cuanto se proponga.




BJZaragoza.

miércoles, 21 de abril de 2010

LAS CINCO CLAVES DE LA RIQUEZA

Una disculpa por haber tomado muchos días de vacaciones; ahora nos toca hablar un poco sobre riquezas y exitos.

En el primer libro de Anthony Robbins Poder sin Límites, dedica una parte importante del mismo, sobre sus cinco claves para la riqueza y el exito.

Hoy, solo anotaremos la primera clave y posteiormente veremos las demás.

Usted debe aprender a superar la frustración.
Si quiere llegar a ser todo lo que podría ser, hacer todo lo factible, oír todo lo escuchable y ver todo lo que merece verse, debe aprender a superar la frsutración, que es capaz de romper los sueños, de convertir una actitud positiva en negativa y un estado de poder en un estado de desvalimiento, como sucede demasiadas veces.

Así que, para asegurarse el exito a largo plazo, debe aprender a disciplinar su frustración. Voy a decirle algo: la clave del éxito es una frsutración de mayor cuantía. Fíjese en cualquier éxito importante, y casi siempre observará que el camino hacia el mismo estuvo empedrado de decepciones. El que diga lo contrario no sabe nada del éxito.
Sólo hay dos clases de hombres: los que superarón la frsutración y los que se quedaron deseando haber sido capaces de superarla.

Érase una pequeña empresa llamada Federal Express. La fundó Fred Smith, que acumuló montañas de frustración antes de convertirla en un negocio miltimillonario. Caundo empezó, después de invertir en la empresa hasta el ultimo centavo, calculaba entregar unos 150 paquetes. En vez de eso, despachó dieciséis, cinco de los cuales fueron enviados por la empresa al domicilio de uno de sus empleados. A partir de aquí las cosas empeoraron. Duarante algunas temporadas los empleados se cobraron la nómina en especie porque no había fondos para pagar. Más de una vez los aviones estuvieron a punto de ser embargados; en ocasiones se vieron obligados a cubrir una determinada facturación diaria para no tener que cerrar al día siguiente. Hoy, Federal Express es una compañía que vale muchos miles de millones. La única explicación de que exista todavía es que allí estaba Fred Smith, capaz de encajar frustración tras frustración.

La recompensa por superar la frustración es enorme. El que se arruina probablemente no ha sido capaz de soportar mucha frustración. Uno dice: " Muy bien, estoy en quiebra y por eso me siento frustrado". Lo que pasa es que lo ha entendido al revés. Si hubiera encajado mejor la frustración sería rico. Una de las principales diferencias entre los financieramente solventes y quienes no lo son es la capacidad de encajar frsutraciones.
No soy tan indiferente como para insinuar que la pobreza no conlleve, también, grandes frsutraciones. Lo que digo es que el camino para no ser pobre pasa por encajar más y más frustraciones hasta que uno logra triunfar. Popularmente se dice: "La gente rica no sabe lo que es pasar apuros". La realidad es que quien emprende algo pasa más apuros que nadie; sólo es cuestión de saber enfrentarse a ellos, idear nuevas estrategias, ingeniar nuevas alternativas. No olvide que ser rico no es sólo cuestión de tener dinero. Cualquier relación extraordinaria acarrea problemas y desafíos. El que no quiera tener problemas debería evitar cualquier género de relaciones. Hay grandes frustraciones en el camino de todo gran éxito...., en los negocios, en las relaciones y en la vida.

Todos los triunfadores han llegado a saber que el éxito está oculto al otro lado de la frustración. Por desgracia, muchos no logran saltar al otro lado. Quienes no consiguen alcanzar sus metas generalmente se han dejado vencer por la frustración, han permitido que ésta les disuadiera de emprender las acciones necesarias que les hubieran servido para avanzar hacia la consecución de sus deseos. Para pasar esa barrera hay que combatir la frustración, hay que tomarse cada revés como una "realimentación" de informaciones que sirve para aprender, y hay que seguir empujando. Dudo que encuentre muchos triunfadores que no hayan pasado por todo eso.


BJZaragoza