domingo, 22 de diciembre de 2013

¡¡FELIZA NAVIDAD!!


Una frase de origen bello y limpio; se trata del recuerdo del nacimiento de Jesús, que por cierto nadie sabe la fecha, pero es una fiesta religiosa que observan millones de creyentes. En esta época en que vivimos, esto se ha convertido en un acto de mercadotecnia, comercio, compras, regalos, bebidas y algunos excesos.

Personalmente no creo en ese concepto; de niño participé, porque así era la ley del hogar; nacimiento, pedir posada, regalos, cantos; pero como todo es un aprendizaje, llega el momento en que tienes que vivir  tus propias creencias, conducirte con tus principios, aprendidas investigadas y aceptadas, verdaderas o falsas, pero no ser un simple repetidor, o copiar las creencias de otros, solo por tener una.

Si no creo en esas ceremonias o tradiciones; también es cierto, que creo en la amistad, en la convivencia, la alegría, compartir lo que se nos ha dado, mucho o poco, con emoción y con gusto; como la tradición acostumbra, estar entre familia. Llámese familia, hermanos, padres, hijos, esposas, esposos y demás parientes.

¿Qué pasa con los que no tienen amigos ni familia? ¿Están condenados a la soledad y al abandono? Digo esto, porque parece que es una fiesta para familia y no para los solitarios. ¿No tendrán navidad?

No, no es así. Cuando Jesús fue iluminado, dejo de ser el Jesús hombre y paso a ser el Jesús Cristo, Dios habitando en el hombre, Dios hecho hombre. Cuando los creyentes originales se propusieron repetir el nacimiento de Jesús, fue con la idea de que naciera  Cristo en los hombres; una oportunidad de que se diera un cambio en el ser humano. Desde luego que con celebrarlo no es suficiente; pero para el caso que nos ocupa, sobre si un hombre solitario puede tener su navidad; claro que sí, porque el nacimiento de Cristo en los hombres, es personal, no es grupal.

Mirando las cosas desde otra perspectiva; aún, cuando se diga y se grite a los cuatro vientos por poetas, cantantes, novelistas y cuentistas, bellezas y estragos de la soledad; ésta no existe, es un estado emocional; es imposible que el ser humano esté solo; se podrá sentir solo, esos sí, pero no está solo, es una opción personal. El ser humano tiene un origen divino, es una gota del océano, es una chispa, es una extensión, es una manifestación, es la máxima creación del ser supremo.

Con lo anotado, y aclarado el punto, sin rigor religioso y sin proselitismo; ahora sí, les deseo una feliz navidad, si les es posible celebrarlo sin un alto grado de alcoholización será mejor, se disfruta mejor la plática, un buen refresco, un ponche, una novia, una esposa, la sonrisa de los amigos, el cariño de los hijos  y de los nietos. ¡¡Felicidades!!.

 

B. J. Zaragoza

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