jueves, 20 de marzo de 2014

Don Benito Juárez el Benemérito de las Américas.


Benito Juárez  nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806. Sus padres   fallecieron cuando Benito Juárez tenía 3 años de edad, por lo que fue criado por sus abuelos y trabajó como pastor hasta los 12 años. Entonces partió rumbo a la Ciudad de Oaxaca, para trabajar y estudiar. Con mucho esfuerzo se tituló de abogado en 1834, y empezó a trabajar defendiendo a los indígenas. Paralelamente enseñó en el Instituto y logró ocupar puestos importantes en Oaxaca

En 1847, Benito Juárez fue elegido diputado federal y se traslado a la ciudad de México donde afianzo sus relaciones con los liberales. En 1853, fue expulsado a Cuba por el dictador López de Santa Anna, pero regresó en 1855 gracias al presidente Juan N. Álvarez que lo nombro Ministro de Justicia e Instrucción. Desde este cargo, Benito Juárez, recortó los privilegios del clero y el ejército.

En 1858, Benito Juárez se convirtió en Presidente de México y al año siguiente promulgó la famosa "Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos". Logró derrotar la dura oposición de los conservadores en 1860.

En 1862 los franceses invadieron México e impusieron como emperador a Maximiliano de Habsburgo. Entonces Benito Juárez lideró la resistencia. Sus tropas derrotaron al usurpador y lo fusilaron en 1867. El mismo año fue reelegido como Presidente de la República. En esta nueva etapa Benito Juárez expandió la educación gratuita y laica por todo el país. También se esforzó por implementar ferrocarriles y telégrafos. En 1871, postuló nuevamente a la presidencia y resultó ganador. En la noche de 18 de julio de 1872 una angina de pecho le quitó la vida.

El México moderno  no se podría explicar sin Benito Juárez; hombre extraordinario, de carne y hueso, que se desempeño como pastorcillo, Regidor, Profesor, Diputado estatal, Gobernador, Diputado Federal, Legislador, Presidente de la Republica, Reformador de su país. Incluso tuvo correspondencia con hombres como Víctor Hugo; aunque este último no estuvo de acuerdo en que fusilara a Maximiliano; pero llegó tarde la recomendación.

En su época y en la actual siempre han existido sus detractores; pero le toco vivir una época muy difícil en cuestiones de política de estado, tuvo que tomar decisiones estratégicas. En su época la Iglesia Católica tenía el poder, junto con los ricos y gobernantes en turno, todos pertenecientes al ala conservador. Como una copia al carbón de la situación en Francia antes de la Revolución Francesa.

Hoy, como nunca, hacen mucha falta hombres, líderes, políticos, patriotas y legisladores como Don Benito Juárez García.

No hay comentarios:

Publicar un comentario