Por alguna razón que no se comprende,
la empresa tiene problemas para mantener su planta productiva y esto no es
privativo de algún país en especial. Por desgracia, la empresa tiende a cerrar
sus oficinas, y sucursales, reduciendo así la oportunidad para el empleo en general. El asalariado está
amenazado a desparecer poco a poco, a menos que las políticas económicas de los
países, cambien algunas cosas que no están funcionando.
Antes
de la era Industrial, no era común el empleo;
la gente, mediante oficios, conseguía su sustento. Así, los hijos de los
zapateros aprendían hacer zapatos; el sastre a cortar tela y coser; así
sucesivamente. Pero llegada la era Industrial, la empresa tuvo necesidad de tener trabajadores,
ahí fue, que se contrató a los artesanos y otros expertos de otros oficios.
La
nueva empresa ganaba, porque salía rápido su
producción; y el ex-artesano, pensó que ganaba, porque, ahora no tiene que
invertir en equipo, sin riesgos, cobraba de forma semanal. Cuando crecían sus
hijos y necesitaban empleo; solo hablan
con los patrones y ahí mismo les daban empleo. Ignorando la
explotación existente por los patrones.
Así
paso el tiempo, hasta que en los ochentas; donde ya mejorado todos los sistemas
de producción, que incluye la actividad robotizada o repetitivas. Ya no fue
necesario contratar más gente, de hecho ya sobraba mano de obra. Al aplicar la
Reingeniería en todas las áreas de la empresa; sobró gente y
equipo, ahora sí, comenzó el gemir de muchos trabajadores, por disminuir el empleo.
Después
de doscientos años, el empleado se le ha olvidado que era independiente y ha
aprendido una vida de simbiosis con la empresa. Para más
claro, como la mala relación de un mal marido y una abnegada esposa. El marido
la maltrata y ella aguanta porque está su sustento en esa relación, en la que
no está muy a gusto, pero cree que más vale esto que nada.
Pues
si usted se ha sentido así; ha llegado la hora de que piense en cómo vivir sin
ese marido abusivo que la ha tenido esclavizada por muchos años. Es hora de
ejercer alguna actividad por su cuenta, pero que al hacerlo le
produzca placer.
Para esto requerimos de algunas etiquetas; sugiero algunas:
Para esto requerimos de algunas etiquetas; sugiero algunas:
Soy el
mejor en mi oficio
Soy mi empresa
No
creo en los límites
Soy
único, no creo que exista otro ser como yo, ni existirá
Mi
única motivación para hacer mi actividad bien, es el placer de vivir y lograr
el placer en otros.
Sé
mucho de esta actividad, lo que no sé, lo aprendo rápido.
Solo
algunas que le pueden servir; usted puede anotar otras diferentes. Esto no es
mágico; pero para que algo suceda, debe creer en lo que afirme. Es necesario
regresar en la época en que los hombres y mujeres ejercían una actividad, sin depender de un
patrón explotador; o de una empresa que está a punto
de cerrar. Debemos ser los mejores en lo que hacemos. Olvidemos el empleo.
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