En un debate ordinario sobre valores; sorprendentemente nos daríamos
cuenta que, muchos no saben definir el concepto; quizá la palabra éxito, sí sea
más fácil de expresar; pero, tampoco habrá un consenso, si el primero es
necesario para lograr el segundo.
El cuento viene por dos casos
concretos en diferentes lugares y con diferentes objetos; en el centro
comercial Mocambo; Mónica se puso a platicar con unos amigos, y cuando
se levantó para irse, se le olvidó su lap-top (pc); dos horas más tarde regresó
al lugar; desde luego el objeto ya no estaba en la banca; solo por cumplir con
la formalidad, fue a la administración del centro comercial a preguntar.
¡Sorpresa! Con amabilidad la
encargada pidió una identificación y entregó el equipo; pero Mónica no conforme,
preguntó ¿Cómo llegó el aparato, a la administración? Le informan que el
guardia del centro comercial la recogió y la entregó; pidió más datos sobre la
persona; porque dentro de sí, estaba pensando darle una pequeña recompensa,
ya que el aparato contenía información personal de mucha utilidad.
_Joven, usted no me conoce,
pero soy la dueña de una computadora personal, la cual olvidé en la banca y en
la administración me dicen que usted la regresó; le vengo a dar las gracias y
le traigo una pequeña recompensa por el favor. _ No, no es necesario,
solo he cumplido con una tantas cosas que debo hacer en este centro comercial;
gracias, pero no es necesario.
Segundo caso; Mónica, estando
en un salón de clases de la facultad de ingeniería, tuvo la necesidad de ir al
sanitario, dejó su celular en el porta papel y regresó al salón, pasaron
minutos y regresó al sanitario en busca del aparato y ya no estaba; fue a la
coordinación, quizá quien se lo encontró ya lo entregó; pero no, no había
ningún teléfono reportado; con ayuda de amigos marco varias veces a su número,
pero quien tenía el teléfono no contestó.
Por medio de GPS pudo seguir
su celular por varias horas; luego, como quien lo portaba no contestó, le mandó
mensaje de texto, comentando lo importante para ella el teléfono, por los datos
que contenía; que contaba con una gratificación
si le hacia el favor de devolverlo.
Siguió la señal por dos horas más,
hasta que llegó al ADO; finalmente el teléfono fue apagado y se acabó; supuso
que la persona que encontró el celular abordó un autobús para irse fuera de la
ciudad.
El primer caso; un guardia de
centro comercial, con un salario mínimo; tuvo la oportunidad de quedarse con
una computadora personal; pero, él prefirió entregarla a la administración y no
aceptar una gratificación.
El segundo caso; una
estudiante universitaria, sabía que el celular era de una compañera de
facultad, con aspiraciones mayores, con el objetivo de terminar una carrera profesional;
pero no creyó conveniente regresar el teléfono ni porque le ofrecen recompensa.
De esta última ¿Cómo será como profesionista si es que termina la carrera?
¿Sera exitosa? ¿Tiene valores?
B. J. Zaragoza
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