domingo, 16 de julio de 2017

¿Qué es una póliza de GMM?

Ahora que la atención médica en el Instituto Mexicano del Seguro Social se ha demeritado; el seguro popular no tiene las medicinas y no atiende algunas enfermedades, surge la necesidad de una opción alterna; por ejemplo, la póliza de gastos médicos mayores; aunque, existen mitos y medias verdades sobre esta opción.

Los mitos son: que no sirven, que no cubren lo prometido en el contrato; las medias verdades, que son muy caras; la verdad es, que se conjugan varios elementos que las hacen inalcanzables, porque entre otras razones que originan los mitos, es porque no se comprende su funcionamiento; existen palabras que no son comunes en el léxico del usuario; ahí están, las expresiones: preexistencia, periodo de espera, exclusiones definitivas, padecimientos congénitos, etc.

Las pólizas de GMM tradicionales ofrecen sumas aseguradas hasta de cien millones de pesos; atenciones en el extranjero, cuberturas nacionales; clasifican los niveles hospitalarios con números 90, 180, 360 o con palabras, esencial, optima, amplia; refiriéndose a hospitales económicas a caras; con primas anuales de cincuenta mil hasta ciento cincuenta mil anuales; de ahí, que se diga que son impagables.

Las marcas europeas que operan en México han analizado esta situación y han optado por sacar al mercado paquetes o combos, diseñado para jóvenes, solteros, pero con una profesión ejerciendo, o emprendedor; un padre de familia joven con uno o dos hijos; un hombre o mujer maduros, ya estables, sin compromisos, pero con la necesidad de estar cubierto, ya que no cuentan con seguridad social.

Con esta visión una joven emprendedora de 25 a 30 años que se dedica a algún negocio personal y que no está cotizando en el seguro social; puede comprar una póliza de GMM, con una prima anual desde $5,500.00; ¿Por qué tan económica? Porque ella sabe lo que quiere, y ha planeado su necesidad de cobertura de atención médica a su medida; no quiso la cobertura de hasta cien millones, no saldrá a atenderse al extranjero, no quiere cobertura nacional, ella es y trabaja en Veracruz; desea una atención hospitalaria tipo Beneficencia Española.

La novedad de este producto es, que es accesible a la mayoría de los bolsillos de la gente productiva, es decir, personas que generan ingresos, pero que no quieren grandes coberturas, pero sí estar protegidos para las situaciones imprevistas, por accidente o enfermedad grave.

Quienes han tenido la desgracia de una enfermedad grave con necesidad de una cirugía en el  imss, han experimentado la obra de Dante Alighieri “La divina Comedia” (el purgatorio); hay escases de médicos, de enfermeras, quirófanos, camas, medicinas; todo el personal rebasado, y da como consecuencia una atención de mal modo y hasta con groserías; en algunos casos, se contraen enfermedades dentro de las instalaciones; esta institución quedó atrapada en la mala administración y la corrupción, que incluye una cuota mal calculada desde sus inicios.


Las personas se esmeran en asegurar sus autos, empresas y otros activos, pero no han reparado, en quienes producen, la fuente de ingresos son las personas, por lo tanto, son los primeros que deben asegurar, son quienes generan los ingresos para la compra de autos; es bueno asegurar los bienes; pero el seguro de vida y/o de GMM debe ser prioritario.


B. J. Zaragoza

martes, 11 de julio de 2017

¿Los libros son conocimientos prestados? Parte 2

En la entrega anterior se decía sobre la importancia de la lectura, las posiciones de los que han escrito libros; unos negando la utilidad de la lectura y otros enfatizando la importancia; quedó pendiente, sobre ¿Qué libros leer? Y ¿Cómo leer?

Los libros que han de escogerse para su lectura dependerán del objetivo del lector; Armando F. Zubizarreta escribió un libro que tituló: La aventura del trabajo intelectual y ahí menciona varios sistemas de lectura y métodos de investigación; pero, se refiere a una metodología de investigación escolar, o bien, para presentar proyectos; para mi gusto, algo rígidos y encuadrados.

Jesús dice: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” Juan 5:39; hay quienes le dan una connotación religiosa; pero no dijo lee la Biblia, porque en su tiempo no existía.

Por todo lo anterior nos regresamos al punto anterior; se debe definir el objetivo de buscar o leer libros; y lo más importante, lograr el entusiasmo del tema que se quiere abordar o investigar; hay personas que les emociona la historia antigua; entonces, buscar a autores antiguos; quienes gustan por la filosofía, leer los clásicos que son la autoridad en el tema, será lo más recomendable.

Pero hay quienes gustan de los temas religiosos; no hay duda de que se debe comenzar por la Biblia, pero con cuidado, no encajonarse. En México, se habla de libertad religiosa a nivel derecho fundamental, y se da por hecho, porque quienes aparecen en todos los escenarios son católicos, en las novelas de las televisoras, aparece un padre, es raro, ver a un Rabino, un islámico, un budista, porque la libertad religiosa es figurada.

Para aprender sobre religiones y de Dios, no siempre es con los líderes religiosos; Jesús no los soportaba y  explica porqué: “Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas” Mateo 23:4.

Entonces se debe aprender con quienes explican porqué no son religiosos y ahí están: Bertrand Russell, Friedrich Nietzsche, Georges Ivanovitch Gurdjieff; Fernando Savater y Albert Einstein, solo por mencionar a algunos; ahora que, se recomienda la lectura de las obras de estos gigantes del pensamiento, cuando el lector se sienta libre de toda carga; porque si siente que está pecando, al estudiar o leer las obras de estos señores, mejor abstenerse, todavía no es tiempo.


Se puede leer por una corriente de pensamiento; para complacer el espíritu personal; pero, también, se puede leer y seguir a varios autores que coincidan o que confronten sus pensamientos; es así, como se puede aprender de los demás; existen círculos de lectores, donde se puede debatir libremente los temas de interés, evitando siempre, la ofensa, la agresión; pero que exista pasión e interés para que, defendiendo cada uno su punto de vista, se enriquezcan todos los participantes.


B. J. Zaragoza.