viernes, 19 de octubre de 2012

MITOS Y REALIDADES DE LOS SEGUROS


Ø  ¿Un seguro? No; mi compadre tiene un amigo que compró un seguro y cuando se le presentó el siniestro, no le pagaron.

Ø  No, apenas me alcanza para comer, no puedo gastar en un seguro de vida.

Ø  De cualquier forma me voy a morir; así que, para qué compro un seguro.

 

Sólo son algunos de los comentarios que se puede escuchar cuando se ofrece algún tipo de seguro. Es muy común que la gente diga lo que ha escuchado de oídas, no le consta, pero lo afirma con toda seguridad. Cuando se les dice que den alguna evidencia del caso que se está hablando para ver con la compañía aseguradora el motivo del rechazo; nadie puede dar mayor dato; porque, o no existe tal caso o porque no fue como se dice.

 
Desde luego es importante mencionar que los agentes de seguros, que son en realidad, unos asesores financieros, deben informar a detalle a los usuarios, como se debe cuidar la vigencia de un seguro y en qué casos no se reconocen los siniestros.

 
Las personas que argumentan que no tienen para pagar una póliza anual de $12,000.00 se pueden sorprender, si se les hace un estudio sobre tres posibles casos:

 
Caso 1
Una familia puede consumir una coca familiar de $17.00 tres veces al día; desayuno, comida y cena. Que es lo mismo que 17X3=51X30=$1,530.00X12= $18,360.00.

 Caso 2
Un fumador quema un promedio de dos cajetillas de cigarros al día; que es lo mismo que $40X2=$80.00X30= $2,400X12=$28,800.00

 Caso 3
Un padre, sale a comer con la familia a la calle por lo menos una vez a la semana, con una cuenta promedio de $300,00. Que es lo mismo que $300X4= $1,200X12= $14,400.00

 
Cuando alguien invierte en un seguro de vida o de auto, no es para no morir; la muerte es la única certeza que tenemos en la vida. Lo importante aquí es poder materializar el amor que supuestamente tenemos por nuestra familia; esposa, hijos, nietos, y padres.

 
Si por un lado es verdad que el que muere pasa a otra forma de existencia, donde quizás no necesite de nada material; también es verdad que quien se queda con las responsabilidades en vida como las deudas, estudios, alimentos de los hijos, se enfrenta a una realidad no planeada, de ahí la importancia de invertir en una póliza.

 
Se modifica el sistema de vida de las personas, pero se puede hacer bien y con dignidad cuando se cuenta con algún efectivo que se recibe en estos casos.

 Todo lo anterior se refiere a la microeconomía; pero quienes tienen esa educación o cultura de prever las necesidades, cumplen con otra función a nivel nacional en la economía de su país. El ser humano es una entidad económica productiva. Entre otras, una de las características que los distinguen de los demás seres vivos, es su capacidad de manipular y transformar su propio entorno, agregando valor a los objetos que lo rodean a través del trabajo que imprime en dichos objetos.

 De esta forma, el hombre, al agregar valor a dichos objetos, los transformará a su vez en bienes, que formarán parte de su patrimonio económico.

 El patrimonio además le permitirá a la humanidad realizar actos de comercio, puede ser heredado, enajenado, embargado, etc. Pero sobre todo, determina, si no del todo, si en buena medida, la calidad, esperanza y afanes de vida del propio ser humano; y ahí se encuentra la importancia que la misma humanidad da al patrimonio.

 Las riquezas de muchas familias han sido el producto de acumular el patrimonio que dejaron padres, al patrimonio de los propios hijos.

 Sin embargo, y terriblemente, el patrimonio puede perderse. El patrimonio está sujeto a la posibilidad de perderse por eventualidades de diversa naturaleza. Como personas, estamos permanentemente sujetos al riesgo de perder nuestro patrimonio, y con él, muchas de nuestras capacidades y posibilidades. Esto es un riesgo.

 Aquí es donde comienza la necesidad de un seguro. En términos generales se puede afirmar que toda actividad se realiza supeditada a un contexto económico determinado. Por su carácter social, el seguro ha contribuido en forma importante al desarrollo económico y tecnológico mundial.

 El seguro es un respaldo para que el empresario, el comerciante el jefe de familia o cualquier persona pueda sentir la tranquilidad de tener protegidos sus bienes o su patrimonio, ya que una contingencia lamentable los puede poner en serios aprietos financieros o incluso, hacerlos sucumbir.

 
B. J. Zaragoza

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