Existen dos conceptos que se escriben con p; uno es pobreza y otro es
pueblo. Son tan parecidos que casi siempre se confunden uno con el otro; pero
son tan diferentes. Es verdad que los dos conceptos son oro molido para
políticos, partidos, religiones y otros líderes sociales.
Hoy hablaremos del concepto pobreza; no es algo novedoso ni original, ya se ha tratado en el pasado; pero da la casualidad, que quienes dicen que es una bendición ser pobre, siempre fueron ricos; es decir, nunca padecieron la pobreza.
Séneca, año 4 de nuestra era; escribe un tratado sobre la pobreza; contesta y complementa lo que dice Epicuro; aunque en corrientes filosóficas antagónicas.
Séneca era rico y lo fue más porque siempre estuvo al lado de los emperadores, de hecho fue mentor o preceptor de Nerón; con Calígula tuvo diferencias, pero también le participo del poder. El segundo párrafo de su escrito, me parece interesante.
Jesús dice: “Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis”.
Jesús
contesto de esta manera por los malpensados seguidores; sobre la supuesta
prioridad de los pobres.
¿Hay
culpables? Las mayorías dicen que sí; de lo más socorrido son: Los padres, el
gobierno, la mala suerte y hasta a Dios.
Si partimos del hecho de que todos nacen desnudos; no se puede diferenciar, quienes serán ricos y pobres en el nacimiento. Si es así, y dejando fuera a los que heredan o se sacan la lotería, la crisis que provocan los gobiernos y la gran parte de Africa; la pobreza es una opción.
¿Quieres casa, auto, dinero en la cartera? Ejerce alguna actividad que te guste, si no te gusta esmérate en hacerlo para que te paguen bien; si no es posible ninguna de las dos, entonces trabaja y así tendrás lo necesario para vivir bien.
Con relación a la abundancia y la pobreza, se debe trabajar en los programas mentales. Si estás seguro de que ser rico o tener más que los demás es pecado; tienes un problema.
B. J. Zaragoza
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