Semana Santa ll Parte

¿QUE ES LA VERDAD?

EL DEBATE FALLIDO

 ¡¡Que envidia!! Cuantos pudieron desear, estar frente a este hombre; que pregunta: ¿Qué es la verdad? Pastores, Sacerdotes, Obispos y Cardenales; pudieron haber debatido a esta pregunta; era una oportunidad para lucirse.

 Se puede asegurar que Pilatos nunca presenció algún discurso de Jesús; de esos que escucharon sus discípulos; de haber escuchado algo como enseñanza,  nunca hubiera hecho esa pregunta.

Nietzsche escribe en alguna parte, que en todo el Nuevo Testamento sólo hay una persona que merece realmente la pena, que es culta, educada, con conocimientos filosóficos, sabia, ese hombre era Pilatos, el gobernador romano que ordenó que Jesús fuera crucificado. Efectivamente, era el hombre más culto, el gobernador general, el virrey, y sabía lo que es la filosofía. En el último momento, cuando Jesús iba a ser crucificado, preguntó: “¿Qué es la verdad?”. Era una pregunta muy filosófica.

Jesús permaneció en silencio -no porque este enigma no mereciera la pena ser respondido; Pilatos era la única persona que podría haber comprendido la filosofía profunda Jesús permaneció en silencio porque sólo podía hablar a los que podían sentir. Pensar era inútil. Pilatos estaba haciendo una pregunta filosófica. Habría estado bien si la hubiese preguntado en una universidad, en una academia, pero hacerle a Jesús una pregunta filosófica no tenía sentido.

Permaneció en silencio porque era inútil responder. No era posible ninguna comunicación. ¿Cómo responder a esta pregunta? Solo por el hecho de haber preguntado indicaba que no se podía argumentar nada con Pilatos.

Jesús está  frente a Pilatos, quien disfruta estos momentos; porque a diferencia de lo que escriben los evangelistas;  era un sanguinario, corrupto, cruel, soberbio. A espaldas de Jesús estaba la turba, gritando ofensas, acusándolo con falsedades.

¿Por qué tanto coraje contra Jesús?

A Pilatos: porque Jesús representaba un liderazgo peligroso; porque algunos lo veían como un futuro Rey de los judíos.

Los líderes religiosos: estaban enojados porque les dijo:”Más ¡hay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”

 Pero ¿Quién era Pilatos?

Josefo: Da suficiente información en sus “Antigüedades judías”

Filón dice de él: “El gobernador se caracterizaba por su venalidad, su violencia, sus robos, sus asaltos, su conducta abusiva, sus frecuentes ejecuciones de prisioneros que no habían sido juzgados, y su ferocidad sin límite”.

Pero, ¿Qué dicen los escritores de los evangelios? Que Pilatos quería salvar a Jesús de la crucifixión.

Pilatos hizo una pregunta hermosa. Si se la hubiese hecho a Nietzsche, éste habría hablado y discutido durante años.  ¿Qué es la verdad? Esta única pregunta es suficiente para hablar y discutir durante años. Toda la filosofía es sólo este asunto: ¿Qué es la verdad? Una pregunta y todos los filósofos están ocupados con ella.

La razón siempre ha condenado la dimensión de sentir, porque sentir es algo muy vago, misterioso. Está ahí, y no puedes decir nada sobre ello. O lo tienes o no lo tienes, o está ahí o no está.

Si es así, Jesús no tenía nada que decir. Pilatos tenía ante sí a Dios en la persona de Jesús, pero no lo reconoció. Tenía a la verdad frente a él, pero él sigue preguntando ¿Qué es la verdad?

La verdad no se puede explicar con razón, con filosofía ni siquiera con Teología. La verdad se vive, se es. Por lo mismo, no se puede debatir, porque si lo haces; entonces no conoces la verdad.

Quien enseña la verdad, entonces no la conoce; es un concepto que no se puede explicar, solo se siente, se vive; implica amor, implica compasión; no es intelectual; por eso los filósofos, por siglos, siguen filosofando sobre el tema, pero no han llegado a la verdad.

B. J. Zaragoza