domingo, 26 de agosto de 2018

Los regímenes para pensionarse en IMSS


Los que tuvieron la fortuna de trabajar cotizando ante el IMSS antes del día primero de julio de 1997, así como los que cotizan después de esa fecha; todavía tendrán la oportunidad de pensionarse, con algunas diferencias.

Los que cotizaron antes del año de 1997, podrán escoger el régimen con el que se quieran pensionar; Ley de 1973, los que tengan derecho y escojan este régimen, tendrán aumentos cada febrero, préstamos y obviamente servicio médico, y solo necesitarán 500 semanas cotizadas; o la de 1997, tendrán una pensión más alta, pero será hasta que termine el saldo de su afore; necesitaran 1250 semanas cotizadas.

Lo anterior, sirva como introducción del tema de pensión y de cotizaciones; porque la verdadera pregunta es ¿Qué pasa con el saldo de afores que no son reclamados por los probables beneficiarios?

Un caso que pasó por el despacho: un trabajador que tenia como beneficiario a su madre, falleció en un accidente y todos se preocuparon con el proceso legal y se olvidaron de las prestaciones pendientes, entre ellas el saldo de afore.

Pasaron diez años, y un hermano del finado, le preguntó a su madre si había reclamado el saldo a su favor, ya que podría incluso haber obtenido una pensión, o en su caso, solicitado en una sola exhibición, el monto acumulado.

Fueron a la Afore correspondiente, pero ya no había saldo, ya que según argumento de la administradora, ya habían pasado los diez años y el total del saldo se había devuelto al IMSS. Lo que sigue, es tema de otro caso.

Lo importante es que a tiempo se deben reclamar los bienes de los familiares fallecidos: afore, seguro de vida, seguro patrimonial, ayuda de gastos funerarios, liquidar las deudas; ya que el noventa por ciento de las deudas, prescriben con la muerte del deudor.


B. J. Zaragoza

jueves, 28 de junio de 2018

POR QUIÉN VOTAR Y POR QUÉ, PARTE II


Cultura priista.

Es el PRI que creo y recreo una cultura priista. En material electoral: Las urnas embarazadas, la cargada, el sobre lacrado, la imposición, de todas todas, el ratón vaquero, la compra de votos, perdemos en las urnas pero ganamos en el tribunal, la negociación en lo oscurito, si pierdo arrebato.

En materia económica: El diezmo y doble diezmo, “el viejo no roba pero como deja robar”, “el que no tranza no avanza”, “entre mas obra pública mas sobra”, “te doy y me das”, las empresas fantasmas, el desvío de recursos, el chanchullo, la licuadora, “la Casita Blanca”, la casita de Malinalco, el grupo Higa, Odebrecht, “el segundo frente”, el enriquecimiento ilícito, me saqué la lotería, me saqué el Melate.

En materia social y política: “El oro molido”, el nepotismo, la monarquía imperial, la familia al poder y “la dictadura perfecta”.
Una cultura priista tan intensa y absorbente que los panistas y los perredistas, por ejemplo, la terminaron adoptando.

Ostentosa riqueza familiar.
Nunca, hasta ahora cuando el gobernador Yunes ascendió al poder, tantos priistas habían terminado en la cárcel. Claro, Patricio Chirinos Calero encarceló a Dante Delgado Rannauro y Porfirio Serrano Amador, pero cumpliendo órdenes rencorosas y vengativas de Ernesto Zedillo.
Dante Delgado, a su vez, encarcelo al director de Transito de Fernando Gutiérrez Barrios, David Varona, pero no era priista.
Y Agustín Acosta Lagunes encarcelo a José Luis Lobato Campos, director del Instituto de Pensiones de Rafael Hernández Ochoa, como medida de presión para descarrilar un proyecto periodístico encabezado por Lobato, Jorge Malpica Martínez y Horacio Aude Zebadua.
Pero, bueno, todo indica que tantos años de impunidad en el PRI sirvieron para construir una realidad avasallante: cada 6 años de la presidencia de la republica y de las gubernaturas y cada tres años, primero, y después, cuatro años, de las alcaldías aparecían nuevos ricos, ostentosas riquezas familiares, donde todo era legal y nadie, absolutamente nadie, había incidido en el mínimo acto de corrupción.
Era, pues, es incluso, y según la cultura tricolor, el pago que los políticos merecen por sacrificarse en nombre del bienestar social, ¡pobrecitos!, tan expuestos a que la delincuencia organizada los amenace y hasta atente contra sus vidas y las vidas de los suyos.

Todos somos priistas
El PRI se volvió sinónimo de la corrupción política.
El país, en el primer lugar de corrupción en América Latina y en uno de los primeros lugares mundiales.
El México de Carlos y Raúl Salinas. Y de los Moreira. Y de los Arturo Montiel. Y de los Peña Nieto. Y de la “colina del perro”. Nadie dudaría que cuando Moctezuma II envió monedas de oro y veinte vírgenes al sifilítico Hernán Cortes a su llegada a las playas de Chalchihuecan mostraba su vocación priista. Y más, porque según el libro de María Scherer Ibarra, “todos llevamos un priista adentro”.

Miguel Ángel Yunes Linares, extremista. Dante Delgado Rannauro, expriista. Andrés Manuel López Obrador, expriista. Cuauhtémoc Cárdenas, expriista. Porfirio Muñoz Ledo, expriista.
Fui priista, ha dicho Dante Delgado, porque entonces era el único partido fuerte. Cierto, cierto, cierto, pero desde 1920, José Vasconcelos demostró que había otros caminos y se lanzo como candidato presidencial independiente enfrentando el poderío de Plutarco Elías Calles.
El ADN priista marca. Y su sello es como el fierro ardiente que le ponen a las vacas.


Luis Velázquez


martes, 26 de junio de 2018

POR QUIÉN VOTAR Y POR QUÉ, PARTE 1


El Domingo uno de Julio, todo México debe salir a votar; muchos con conocimiento de causa, otros, por la información viciada de las redes; de ahí la necesidad de tratar de explicar sin apasionamientos, una orientación, algún dato que sirva de referencia a la hora de emitir su voto.
Resulta que el maestro Luis Velázquez, publico el día 26 de Junio en el diario Notiver de Veracruz, algunos datos que sirven como recordatorio para los olvidadizos y como primera fuente, quienes no vivieron esa época.

A continuación, lo publicado por el maestro Velázquez.

EL ADN priista
El PRI está en caída libre. Así lo descarriló Javier Duarte, considerado el modelo nacional de la corrupción política. Su fama, incluso, en la prensa internacional. Es más satanizado en el CEN por ordenes de Enrique Peña Nieto.
Es el PRI un partido sin límites y en donde la profecía de José López Portillo se cumplió. “México, dijo, será un país de políticos cínicos”. Cínicos, en el caso de Veracruz, porque la mayoría, presa en el penal de Pacho Viejo, ha negado sus trastupijes. Y lo peor, unos a otros se descobijan. “Ahí viene el ladrón” gritaba el ladrón.
Es el PRI de Javier Duarte. Y de Mauricio Audirac Murillo. Y de Juan Antonio Nemi Dib. Y de Georgina Domínguez Colio. Y Arturo Bermúdez Zurita. Y de Luis Ángel Bravo Contreras. Y de Erick Lagos. Y de Jorge Carvallo junior. Y de Tarek Abdala. Y de Alberto Silva Ramos. Y de Adolfo Mota Hernández.
Y el PRI de Ramon Ferrari. Y de Leonel Busto. Y de Juan Nicolás Callejas. Y de Regina Vázquez Saut. Y de Basilio Picazo. Y de Ricardo García Guzmán. Y de Marlo Montiel Montiel. Y de Marcos Theurel Cotero. Y de Iván Hillman Jiménez. Y de Renato Tronco Gómez. Y de Fernando Arteaga Aponte.
Lo mas granado y refinado de la familia priista. La gente VIP. Los caudillos sin tacha. Los benefactores de la población civil. Los impolutos.

El PRI, sin tacha, ajá
Es el PRI de Fidel Herrera Beltrán. Y de Miguel Alemán Velasco. Y de Patricio Chirinos Calero. Y de Agustín Acosta Lagunes.
El PRI, sin tacha, a la altura, digamos, de los próceres rojos. Carlos Romero Deschamps. Víctor Flores Morales. Pascual Lagunes Ochoa. Enrique Levet Gorozpe. Ricardo Ditz Herlindo.
Tomas Yarrington. Eugenio Flores Hernández. Roberto Borge Angulo. Cesar Duarte. Los hermanos Humberto y Rubén Moreira. Andrés Granier. Mario Villanueva. Mario Marín, “el gober precioso”. José Murat Casab. Enrique Jackson.
El PRI de Carlos Brito Gómez. Y de Felipe Amadeo Flores Espinoza. Y de Mario Tejeda Tejeda. Y de Mario Zepahua. Y hasta el PRI de Gerardo Buganza Salmerón, el panista que terminara trabajando con Javier Duarte y tantas bendiciones recibiera de Fidel Herrera.
El PRI acusado de desaparición forzada de personas y cadáveres con Javier Duarte, Arturo Bermúdez y Luis Ángel Bravo Contreras por el gobernador Yunes.
El PRI del desvío de recursos federales y estatales. Y de las empresas fantasmas. Y de los prestanombres. Y de los diezmos y dobles diezmos. Y de la alianza sórdida y siniestra con los carteles y cartelitos.

 El PRI de la corrupción.
Es el PRI de Javier Duarte, el peor en la historia. El Duarte símbolo de la avaricia y la ambición. “Duarte como muestra maloliente, un gobernador omnipotente que se convirtió en saqueador impune”.
El PRI que sometió con todo y a todos y quizá a cambio del inmenso billete fácil, a la Contraloría y a la secretaria de Finanzas y Planeación y al ORFIS y a los quince diputados de la Comisión de Vigilancia del Congreso.
Y que también sometió a los auditores internos y externos. Y a los dos secretarios General de Gobierno. Y al secretario de Seguridad Publica. Y al Fiscal. Y, vaya, hasta a los jefes policiacos y policías.
El PRI, simple y llanamente, de la corrupción.
Por eso, Incluso, “hay quienes argumentan que el crimen mas organizado en México está en el gobierno”.
Y en el gobierno priista, aun cuando los gobernadores panistas y perredistas tampoco cantan mal las rancheras, buenos intérpretes que son, casos, por ejemplo, Guillermo Padres y Graco Ramírez.

sábado, 10 de febrero de 2018

Tragedias relacionadas con las gaseras.



Las tragedias que se viven en los hogares por las instalaciones de gas de uso doméstico, se pueden decir que es responsabilidad de quienes viven ahí. Pero, no siempre es cierto.

El caso es que para que no se presenten desgracias en el hogar, las personas revisan cuidadosamente los tanques que reciben de parte de los distribuidores. Es un hecho que todas las compañías entregan tanques muy viejos y con el riesgo de que se presente fugas de gas en cualquier momento.

Veracruz, no es la excepción a estos casos; existen tantos vicios en ese ramo y con apoyo de una total ausencia de alguna autoridad que vigile este servicio elemental; es común saber que los trabajadores ordeñen parcialmente los tanques y hagan sus ventas por su cuenta y como consecuencia, cuando entregan los pedidos, los tanques no pesan lo que se compró.

Quizá un apoyo seria que se consulte la página de La Condusef y se investigue qué compañías tienen mayo reclamación por las anomalías que se viven a diario; pero no es suficiente.


Por ejemplo, VeraGas es una de las empresas que trabaja con tanques en deplorables condiciones, te entrega su tanque, pero, cuando recoge para que te surta de nuevo, revisa las condiciones del tanque en ese momento, y si ve que existe la posibilidad de la fuga de gas, no te recibe el tanque, luego te pide que hagas un reporte vía telefónica a la empresa y el conductor de la unidad de la empresa se retira y tu te quedas sin gas.

¿Dónde esta tu responsabilidad por esta situación? Te has quedado sin gas, no puedes cocinar y si tienes niños chiquitos, peor, no puedes calentar la mamila, tienes un problema que resolver; necesitas dinero extra que no tenías planeado gastar. ¿Porqué? Porque a la empresa, no existe una autoridad que pueda obligarla a surtirte de gas.

Desde luego, ya se sabe que existe la PROFECO y qué con eso; creer que no sabe que existe el problema, es como decir que Meade, desde Hacienda, no se dio cuenta que 22 gobernadores estaban robando a sus respectivos Estados.

Puedes quejarte y tendrás que dar vueltas y te pedirán notas y comprobantes de tu dicho y si logras conseguir lo que te pidan; dependerá de quien es el dueño de la gasera de quien te estas quejando; perderás tu tiempo.

Por todo lo anterior se deben tomar muchas medidas al recibir un tanque de cualquier empresa; revisar físicamente, aplicarle agua de jabón y ver que no salgan burbujas; al conectarlo, pasar nuevamente agua con jabón en todas las conexiones, hasta llegar a la estufa; tener cuidado con el olor; si huele a rata muerta y después de revisar todo el espacio y no la encuentras, ojo, hay fuga de gas, llamar a protección civil y a la gasera que te surte; guardar comprobante de compra con teléfono y fecha de compra para posteriores reclamaciones, no tirar comprobantes anteriores.



B. J. Zaragoza