HISTORIA
DEL CALENDARIO ROJO
El Sr. Guerra era una persona que
no creía en el seguro de VIDA y no creía en el sinceramente, este hombre ganaba
un buen sueldo, lo suficiente para tener el mejor automóvil, vivir al día,
tener una casa en una de las mejores zonas de la comunidad y alternar con su
grupo de amigos, en fin, vivía al día y vivía muy bien.
Pero un día, al regresar de un
viaje de trabajo, murió en un accidente, venía a toda velocidad en su automóvil
último modelo, se impactó de frente con una persona que venía en estado de
ebriedad, realmente fue desastroso. Su esposa mujer del hogar encargada de la
casa y del cuidado de dos niños, Juanito, un varoncito de 7 años y Rosy, una
nena de 3 años, se vio en la necesidad de buscar trabajo, mudarse a un barrio
pobre y alquilar una habitación, pues el Sr. Guerra no dejó casi nada en
efectivo, como ocurre en la mayoría de los casos.
Ella estaba segura que los amigos
de su esposo podrían ayudarla y darle empleo a fin de cubrir gastos, pero se
encontró con que cierta experiencia era necesaria y aun cuando sus amigos le
mostraban simpatía, no estaban interesados en ayudarla, inclusive, un amigo de
los muchos que visitó le dijo claramente que las dificultades que ella tenía
eran sus propios problemas y que él no le podía ayudar, más bien le hizo
proposiciones que ofendían su integridad.
Finalmente, encontró un puesto en
un almacén de una tienda, con un sueldo miserable para su posición con dos
niños a cuestas. Una noche mientras comían en el cuarto alquilado donde vivían,
Juanito con esa tristeza propia de un niño acostumbrado a tenerlo todo y que
ahora se encontraba fuera de ambiente, le dijo a la mamá: -Mamita, ¿por qué no
podemos tener un calendario con todos los días en rojo?-, al mismo tiempo que
señalaba hacia la pared donde había un calendario, con los domingos y días
festivos en números rojos.
-¿Y por qué dices esto, mi amor?- le preguntó la
madre.
-Mamita, porque los días que son rojos tú te quedas
aquí en casa y juegas con nosotros, mientras que cuando son negros, te vas y
nos dejas solos y tristes todo el día…
Y a ti ¿Cómo te gustarían los días para tu
familia…negros o rojos?
B. J. Zaragoza
No hay comentarios:
Publicar un comentario