martes, 23 de abril de 2013

PROTECCION CASA


Tiene otros nombres, según la compañía que la oferte; se refiere a un producto financiero que protege el edificio y el contenido.

Cuando se habla de edificio, se refiere a que si por cualquier circunstancia fortuita sufre daños la casa habitación, en este caso, la compañía le repara o bien le resarce el monto del daño calculado. Como la cobertura básica incluye contenido; quiere decir, que también cubre el menaje que exista en la casa.

El jueves 18 de Abril en la calle de Vicente Melo, como las 15:30 de la tarde, una casa de interés social se quemó en unos cuantos minutos; llegaron los bomberos  e hicieron lo que podían, pero como había mucha pedacería de madera, el fuego consumió todo lo que había dentro del inmueble, solo quedaron pedazos, lo que se pudo mojar.

En la calle, la dueña de la casa lloraba, porque aparte del valor de uso de las cosas que se quemaron, también tenían valor sentimental, además se lamentaba la perdida y de cómo se repondría.

Esa noche, la familia puso unas sillas prestadas en la banqueta, y se quedaron cuidando lo poco que había quedado. Al otro día reforzaron la puerta, mientras ven que harán para reparar el edificio y luego amueblar con lo más necesario y poder habitarla.
Parece un reporte periodístico; pero no, es desesperante ver estas situaciones; ver lágrimas de personas, conmueve hasta al más pintado; perder cosas así duele mucho, porque para hacerse de cosas, pasa  mucho tiempo, a veces con sacrificio se compran las cosas.

Pero ¿Qué pasa si un día antes se presenta algún asesor financiero? Y este, desde luego, con la intención de proteger la casa, ofrece una cobertura básica; la gente no escucha, no permite terminar la exposición; de lejos se ve que es un gasto no necesario. Cuando se dice que no es un gasto sino una inversión, tampoco se entiende, porque lo que realmente no se quiere hacer es pagar una cantidad sin recibir aparentemente nada.
El rechazo es total; porque así hemos vivido por generaciones, ni en la escuela, ni en la familia, se cultiva la prevención.

En la cobertura de edificio y contenidos, existen pólizas desde $2,800 anuales. Si por un lado es cierto, que no deja de doler la pérdida de cosas y sus valores sentimentales; también es cierto que cuando nos entregan un cheque con cierta cantidad para reparar la casa y comprar muebles nuevos, disminuye el sentimiento de pérdida y la angustia de no saber cómo reponerse.

La conclusión es que si queremos ser personas con solvencia, debes practicar la prevención; hoy más que nunca estamos expuestos a los siniestros. Queremos ser personas de primer mundo, debemos practicar hábitos de primer mundo.
La casa, el auto, la camioneta, el negocio, la moto, la lancha y hasta la cosecha, se puede asegurar; los precios son módicos considerando lo que se puede perder en un siniestro, o robo de la propiedad o/y patrimonio. En la siguiente entrega comento con quien se debe consultar y pedir asesoría.

B. J. Zaragoza

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